INTRODUCCION

Los árboles llevan millones de años evolucionando y sobreviviendo en la tierra con mucho éxito. Han ido desarrollando un sistema estructural, el cual les confiere la máxima resistencia posible, y han creado sistemas de autoprotección muy eficaces para defenderse de posibles daños o agresiones externas.
En condiciones normales, los árboles son capaces de cuidarse solos y crecer con normalidad, por lo que podemos decir que no hace falta podarlos. Solo se haría en casos excepcionales.

Dicho esto, nos podemos preguntar: ¿Por qué se poda?
Muy sencillo, plantamos árboles fuera de su hábitat natural, sin tener en cuenta sus necesidades y su desarrollo, por lo que no plantamos el árbol adecuado para el sitio que le ofrecemos. Hay que tener en cuenta que el árbol que más nos gusta no siempre es el indicado para nuestro jardín, en este caso es preferible elegir otra especie. Es importante que nos documentemos sobre sus necesidades y su desarrollo, para después no tener problemas en su nueva ubicación. Con esto evitaremos gastos económicos innecesarios en podas, y sufrimiento para el árbol.
Cuando tengamos plantado correctamente nuestro árbol, éste crecerá sano y prácticamente no hará falta podarlo.

Si fuese estrictamente necesario tendriamos en cuenta:
Razones para Podar
Las principales razones para podar árboles ornamentales y de sombra son: la seguridad, la salud y la estética.

La poda por seguridad:
Implica remover las ramas que podrían caer y causar lesiones, o daños a la propiedad; suprimir las que obstruyen la visibilidad en calles o entradas de vehículos; y suprimir las que interfieren con líneas de servicio público. La poda por seguridad se puede evitar, en gran parte, eligiendo con cuidado especies que no crezcan más allá del espacio disponible y que posean la forma y el vigor apropiados para cada lugar.


La poda por razones de salud:
Implica remover la madera enferma o infestada
de insectos, el adelgazamiento de la copa para mejorar la ventilación y reducir problemas de plagas, y la remoción de las ramas que rozan o se entrecruzan.


La poda por estética:
intenta mejorar las características naturales de los árboles y alentar la producción floral. La poda para mejorar la forma es especialmente útil con árboles de crecimiento abierto, que pierden muy poco follaje en forma espontánea